Publicado en metaliteratura, Novela contemporánea

Hamnet

E.M.Gallego

Sinopsis

Año 1596, Stratford-upon-Avon, Inglaterra. La vida de Agnes transcurre plácidamente junto a su marido y sus tres hijos. Ella cultiva plantas medicinales mientras William trabaja en Londres. El destino, sin embargo, les reservará un duro golpe cuando su hijo Hamnet, de once años, muera repentinamente tras contraer la peste. A raíz de esta tragedia, su padre creará uno de los grandes personajes de la literatura universal, de nombre casi idéntico al de su hijo.

Opinión

Si en Hamlet William Shakespeare planteó la disyuntiva entre vivir o morir con su célebre “Ser o no ser, esa es la cuestión”, en Hamnet Maggie O´Farrell no habla de otra cosa que no sea de estos contrarios a raíz del fallecimiento del hijo de la protagonista, un hecho inesperado que sacude a la familia de Agnes y de su marido, un hombre al que la autora irlandesa no pone nombre en toda la obra. Hamnet es una novela superlativa, que no se quiebra en ningún momento gracias a una de esas fervientes narraciones en las que sobresale el cómo se cuentan las cosas más que lo que se cuenta.

La acción se desarrolla entre el pequeño pueblo de Stratford (Inglaterra), donde vive Agnes con sus hijos y su familia política, y Londres, la estancia de su marido para ampliar el negocio de guantes de su padre y más tarde ganarse la vida en el mundo del teatro. De esta existencia entre un cuarto austero donde daba luz a sus creaciones y el corral de comedias sacamos en limpio que este personaje no es otro que William Shakespeare reducido a secundario. La autora ha partido de su historia familiar y entre ficción y realidad -casi un realismo mágico- de su imaginación ha manado la recreación de la muerte, a los once años, del hijo del gran dramaturgo y que podría haber inspirado la pieza que el padre tituló con su nombre cambiando una sola letra.

Agnes, núcleo de la obra

Pero ni este hecho doloroso ni una pérdida imposible de superar consiguen arrebatar a Agnes -que en realidad se llamaba Anne Hathaway- los honores concedidos por O´Farrell haciendo de ella el núcleo de una prosa nacida para suscitar emociones a modo de biografía ficticia. Agnes es diferente, una especie de hechicera que cura enfermedades mezclando plantas, de personalidad arrebatadora, analfabeta, que ansía la libertad e independencia y dibujada con la precisión de una pluma casi inusitada. Una maga, diríamos, con capacidad de presagiar. Pero esta vista le falla en una ocasión crucial y no se lo perdonará nunca.

Dos líneas temporales

Hamnet, Judith y Susanna eran los tres hijos del matrimonio entre esta chica y un joven preceptor de latín, que se conocen y se enamoran inmediatamente. Forman una familia en el entorno de los padres de él, a quienes en el pueblo rehúyen por ser pobres, y que destaca por ser un ambiente oscuro y represivo. La novela está narrada en tercera persona y transita entre dos líneas temporales. Por un lado la época de conformación de la familia de Agnes y por otro un tiempo en presente -finales de 1596- con la muerte de su hijo, que abarca hasta cuatro años después. Es cuando la madre acude a la representación de Hamlet en una sublime simbiosis entre lo que ocurre sobre el escenario y en las gradas. Es el momento crucial y culminante de una novela arrebatadora, intimista y rica en descripciones que nos llevan sin escabullirnos a los lugares y momentos precisos. Nos anclan a una narración sin ínfulas en la acción, pero de magistral recreación de situaciones, tanto las cotidianas de un hogar repleto de animales y plantas de todo tipo como la más trágica, que es la muerte del hijo y que nos patea el alma.

La yuxtaposición, los verbos de movimiento, frases telegráficas aquí y allí, comparaciones con el mundo animal y el estilo indirecto libre alcanzan una prosa que no se resigna ni un ápice a que el lector caiga en el aburrimiento.

Hamlet

El marido está obsesionado por escapar del yugo familiar. Unos enferman de peste y él lo hace de melancolía. Así, marcha a Londres y allí comenzará haciendo guantes para los actores de teatro y terminará triunfando en este mundo como autor, actor y director. Por contra, Agnes está obsesionada con la idea de que su esposo está con otra mujer. Mientras, lucha también contra la premonición de que solo vivirán dos de sus tres hijos y después sueña y fantasea con volver a ver a Hamnet. Lo logra, de algún modo mágico, en el intento por resucitarlo que hizo Shakespeare con su Hamlet. Y todo ello envuelto en una escritura delicada y poética que ha reclutado de manera muy merecida las buenas opiniones de la crítica.  

Ficha técnica

Autora: Maggie O´Farrell

Sello editorial: Libros del Asteroide

Año de publicación: 2021

Número de páginas: 352

Temática: Contemporánea

Publicado en metaliteratura, Novela contemporánea

Una librería con magia

E.M.Gallego

Sinopsis

Un viaje al mundo de los libros, a la literatura en general, una carta de amor a la lectura, pero sobre todo un canto a la vida donde se nos asegura que el libro de nuestra vida lo escribimos nosotros mismos cuándo, dónde y cómo queramos.

Opinión

El título no puede expresar mejor lo que el lector encuentra dentro de esta librería porque los intentos de hallar algún ingrediente racional en este breve relato de Thomas Montasser son en vano. Esta es una librería con magia, pero también con su debe y su haber. Y es que si en Ringelnatz&Co. apenas entra nadie y su responsable pasa el día leyendo en vez de contactar con proveedores y todo lo que este oficio requiere, de ahí que sea la utopía lo que la mantiene en pie desde finales de la década de los cincuenta.

Amor por los libros

La novela no tiene mayor pretensión que la de transmitir el amor por los libros y por esas pequeñas librerías de barrio, donde dependientes y clientes establecen una relación entre las historias que contienen lo que para ellos son tesoros. Si la protagonista de este libro es Valerie, una joven que estudia Económicas y a quien de manera repentina su tía deja a cargo del negocio, la tienda no lo es menos. Una librería con magia comienza en todo lo alto después de enterarnos de que su tía Charlotte, una mujer octogenaria, desaparece de buenas a primeras y en una nota deja dicho a la sobrina que se haga responsable de la pequeña empresa. Sin embargo, el suspense de este hilo argumental recorre la novela a muy baja intensidad; por esta vía el relato se va desvaneciendo poco a poco.

Al principio la joven, tras recibir el curioso encargo, se mueve entre mercancía, visitas a bancos y contabilidad y mientras tanto entran en la librería curiosos clientes, a los que el autor no termina de perfilar. Una persona que busca un enigmático libro, un niño de corta edad interesado en la lectura, un actor que era un antiguo amor de Charlotte y un albañil en cuyo país algunos libros están prohibidos. Son pocos, muy pocos, pero la joven de 25 años sufre una transformación a medida que va leyendo libros y más libros y decide, contra todo pronóstico, olvidarse de la liquidación y relanzar la empresa. Y si estos personajes ya son una mera comparsa de acompañamiento, la pluma de Montasser se podía haber ahorrado directamente al novio de Valerie.

Tiempo y espacio

La novela no se sitúa en un año concreto si bien deducimos que no se aleja mucho del momento presente porque alude al uso de ordenadores, teléfonos móviles y otros aparatos propios de este tiempo. Tampoco la ubica físicamente, solo sabemos que la librería se encuentra en Alemania. De hecho, el nombre de la misma se corresponde con el pseudónimo de un pintor y autor alemán. Además, el escritor de la novela nació en Múnich.

Montasser refleja cómo este mundo no es tan idílico como parece porque de puertas para afuera están los clientes y estos prefieren leer ahora en dispositivos electrónicos o comprar libros en las grandes superficies. Hasta aquí todo bastante realista, pero a partir de este punto se inicia una historia que solo podemos entender desde un punto de vista que roza la irracionalidad o la fantasía. ¿Cómo mantienes un negocio cuando los compradores se pueden contar con los dedos de una mano? Es un relato cuyo objetivo es que cale que el libro de nuestras vidas lo escribimos cada uno de nosotros. Es una novela simple, muy sencilla de leer y para los amantes de textos más utópicos puede coincidir con aquello de que lo mejor siempre es contenido en un frasco pequeño.

Montasser nos descubre a través de sus páginas una lista innumerable de escritores y obras a las que accede Valerie y baña las escenas de lectura en la acera de la tienda en cálidas tardes de bohemia parisina que, no obstante, pierden brillo cuando los enigmas quedan en el aire dejando un regusto a insatisfacción porque no están lo suficientemente explotados.

Tercera persona

Por otro lado, seguramente un relato en primera persona hubiera conectado más con los lectores, nos hubiera permitido conocer mucho más profundamente, al menos, a la protagonista. La voz narrativa en tercera persona, que en ciertos puntos del libro apela directamente al lector, no transmite eficazmente los sentimientos de Valerie y en una novela como esta donde se nos dice que los libros que elegimos nos definen no hubiera sido una mala opción conocer los entresijos de la personalidad de Valerie. Vale, lo dejamos pasar con los secundarios, pero de la protagonista esperamos más hondura y no tanta superficie.

El autor alemán ha dispuesto un relato con apenas digresiones, tampoco hay regresiones ni saltos al futuro. Dentro de este orden cronológico lineal, en Una librería con magia ha intercalado una interesante parte epistolar conformada por las cartas que los clientes enviaban a Charlotte al más puro estilo 84, Charing Cross Road, donde Helene Hanff publica la correspondencia que mantuvo durante unos veinte años con Frank Doel, el jefe de compras de la librería de viejo Marks&Co. de Londres.

Pagar por la cultura

El libro va de cómo Valerie descubrió su amor por la literatura en un año. No hay que buscar más pies al gato porque no los tiene. En Una librería con magia prevalece el sueño de que la gente aprecie más la cultura y se pague dinero por ella. El narrador, que aquí tiene una función más allá de contar los hechos, dice en el epílogo que hay otra opción además de la liquidación. “Bueno, sí, queda una. Pero esa ya depende de usted. Porque seguro que en su barrio también hay un vivero de ensoñaciones. O, por decirlo de una manera más rotunda: Ringelnatz&Co. está en todas partes”. Y añade: “Aunque, en honor a la verdad, hemos de mencionar que el ramo concreto de comercio de la anciana no depende en modo alguno solo de la clientela de paso, sino en mayor medida de la clientela fija. Pues en este tipo de negocio no se ofrece género de batalla para un rápido consumo, ni tampoco efímeras beldades que enseguida se marchitan, sino algo esencialmente más sustancial o, digámoslo así, más trascendente”.

De librerías y su encanto se ha escrito mucho y aquí hay, aunque flojas, reminiscencias de La sombra del viento, La librería ambulante y 84, Charing Cross Road. Pero si quieren un relato más realista, por favor lean Rialto, 11.

Ficha técnica

Autor: Thomas Montasser

Sello editorial: Maeva

Fecha de publicación: 2017

Número de páginas: 168

Temática: Contemporánea

Publicado en Clásicos, metaliteratura

La librería ambulante

E.M.Gallego

Sinopsis

Roger Mifflin, un librero ambulante que desea regresar a Brooklyn para redactar sus memorias, vende su singular librería a Helen McGill, quien decide, harta de la monotonía, lanzarse a la aventura. A partir de ese momento se sucederán encuentros y desencuentros, las más divertidas peripecias y las grandes enseñanzas que dan libros y libreros.

Opinión

Helen jamás pensó que la llegada a su casa en Nueva Inglaterra de una librería ambulante cambiaría su vida de quince años como granjera y centrada prácticamente en atender a su hermano escritor. Novela o cuento o sea lo que fuere, este relato que Christopher Morley publicó en 1917 es un canto a la vida deseada, a la realización de los sueños, pero sobre todo a la emancipación de la mujer. Porque Helen McGill era consciente de la relación de sumisión con respecto a su hermano Andrew, pero sabía que la independencia no era fácil en la sociedad de principios del siglo XX.

‘La librería ambulante’ es un libro evocador, que nos trae de vuelta la mágica sensación que producía la llegada del bibliobús a los municipios más pequeños que carecían de servicio de biblioteca. Le esperaban como al catálogo del extinto Círculo de Lectores o como a esas novelas por entregas semanales los clientes más habituales, pero, sin embargo, la parada de este carro en la granja de Helen y Andrew fue toda una sorpresa. Roger, el dueño de esta librería llevada por un anciano caballo, quería vendérsela a este escritor de renombre para él volver a Brooklyn y allí hacer realidad su propia novela. Con estos antecedentes, es Helen quien cuenta en primera persona las andanzas por páramos impresionantes como Don Quijote de la Mancha después de ser ella quien compre el vehículo y dar en las narices a su propio hermano. No fueron pocas las vicisitudes que le aguardaron en el camino, la principal la de un hermano empeñado en que se dejara de locuras para que volviera a casa y le preparara la cena bien caliente.

Diálogos

La historia se levanta a base de muchos diálogos entre Helen y Roger. Conversaciones ingeniosas, de fino humor y sabias reflexiones dentro de lo que es una verdadera oda a la literatura. Aquí los goces de la vida campesina quedan atrás a la par que se abre una nueva realidad donde llevar libros, y en definitiva cultura, a los lugares más recónditos. Este era el empeño, por muy utopía que parezca, de Roger Mifflin, que ya sabe que vivir de esta manera conlleva noches de frío, de tormentas o enfrentarse a los fugitivos. Este enanito de barba roja – de ahí que más bien pudiera calificarse de cuento- es peculiar hasta la saciedad y nos depara brillantes reflexiones sobre el poder de los libros incluso llegando a poner en solfa las estratagemas de los editores para convencer a los autores. Es un ser maravilloso en todas las acepciones de la palabra.

El relato es una especie de diario, donde Helen se abre en canal con los lectores desde una voz cercana, cómplice y ya imperecedera. Es un personaje entrañable, bien defendido por el autor y aunque se mueve por venganza hacia el dominante hermano esto provoca que empaticemos aún más con ella, odiemos a Andrew y adoremos al hombrecillo, que anteriormente había sido maestro de escuela.

Revolución de la mujer

El Parnaso es una caravana de cultura que representa la revolución para esta mujer de 39 años, que toma la decisión de irse de vacaciones a bordo del carromato para vender libros entre los granjeros de la zona. Se monta ella y todas sus dudas y paradojas, que la pluma de Morley transmite oportunamente para que las sintamos como propias. Atrás queda ese hermano que la subestima y que incluso llega a hacer que se sienta culpable por querer vivir a su manera.

Pura poesía

Todo lo que rodea al carro es pura poesía y no solo la que contienen los libros que viajan en él. Son tan entrañables sus personajes protagonistas que celebran hasta cuando entra por las ventanas un rayo de luz. Y es que entre las aventuras de sus viajantes está el descubrimiento de los misterios del sol, del cielo y del viento.

Roger es un predicador de los buenos libros y entre los que trotan por los caminos van ‘La isla del tesoro’, ‘Mujercitas’ y ‘El Decamerón’. Se trata de un cuento o una fábula tierna, por momentos fantasiosa, de prosa sencilla y sin ningún tipo de alharaca. Pero cuidado, porque ninguna de estas características le resta valor a un relato cargado de significado y que se podría haber transmitido de muchas maneras. Sin duda, Morley acertó en la originalidad de convertir esta librería ambulante en vehículo transmisor de conocimiento y aprendizaje en un tiempo y en una sociedad muy distintos a la actualidad. En realidad, esta travesía solo dura tres días, lo que la convierte en mágica es que Helen vive más cosas que durante los quince años que estuvo en la granja. El libro se divide en quince capítulos con su poco de intriga también aunque predomine la carga moral y filosófica. Es una historia lineal casi en su totalidad.

Clásicos

Son continuas las referencias a los clásicos de la literatura como clásico norteamericano es ya este libro, donde la prosa nos mece de forma inteligente. Esta road novel continúa con ‘La librería encantada’ por si alguien se queda con ganas de más puesto que esta primera parte no llega a las 200 páginas. El libro evoca los pequeños detalles olvidados de las sociedades modernas como el olor a pan o el roce del viento y así hasta perdonamos que el final sea previsible. Es lo de menos para los amantes de la literatura.

Reflexiones

«La gente del campo es más bien cautelosa a la hora de gastarse el dinero. Pueden pagar un dineral por un filtro de agua o por una capota, pero nadie les ha enseñado a preocuparse por la literatura. Y, sin embargo, es sorprendente cuánto se emocionan con un libro; si aciertas con el tipo de libro, claro».

«Que nos llamen hombres no nos convierte en hombres. Ninguna criatura sobre la faz de la tierra tiene derecho a creerse un ser humano a menos que esté en posesión de un buen libro».

«¿Quién se ha aventurado alguna vez en las montañas y los campos para llevarles la literatura a las gentes más simples?, ¿quién ha llevado la literatura hasta sus mismos hogares, hasta sus razones y corazones, como dicen por ahí? Cuanto más se adentra uno en el campo, menos y peores libros se ven. Es preciso ir a visitar a la gente personalmente, llevarles los libros, hablar con los profesores y presionar a los editores de periódicos locales y revistas agrícolas y contarles cuentos a los niños. Y entonces, poco a poco, uno empieza a lograr que los buenos libros circulen por las venas de la nación».

Ficha técnica

Autor: Christopher Morley

Sello editorial: Periférica

Año de publicación: 1917

Número de páginas: 184

Temática: Metaliteratura