E.M.Gallego
Sinopsis
Años después de lo ocurrido en Independencia, Melchor Marín ya no es policía: trabaja como bibliotecario y vive con su hija Cosette, convertida en una adolescente. Un día, Cosette descubre que su padre le ha ocultado cómo murió su madre, y este hecho la confunde y la subleva. Poco después parte de vacaciones a Mallorca, pero no regresa; tampoco contesta los mensajes ni las llamadas de Melchor, quien, convencido de que algo malo ha ocurrido, decide plantarse en la isla en busca de ella.
Opinión
El castillo de Barbazul o cómo empañar una trilogía que comenzó por todo lo alto. El escritor Javier Cercas ganó el Premio Planeta 2019 con la novela Terra Alta, que convirtió en la primera parte de un ciclo que no sabemos si ha llegado a su fin tres años después con la publicación de este libro, donde el autor extremeño nos presenta a un protagonista que poco tiene que ver con el de los títulos antecedentes. Ahora el mosso d´esquadra Melchor Marín ya no es policía. Trabaja en una biblioteca y vive con Cosette, su hija que está a punto de cumplir la mayoría de edad.
Cercas comenzó construyendo un protagonista impecable desde todas las aristas posibles y equilibró así la balanza con las carencias de otros personajes. Melchor Marín, un chico con una infancia y adolescencia conflictivas, sabía lo que era estar en la cárcel. Allí frecuentaba su biblioteca, en la que descubrió Los miserables, de Víctor Hugo, y decidió hacerse policía. Tras participar en la resolucion de dos casos bastante mediáticos, Marín vuelve a la biblioteca, pero esta vez a la de Gandesa y para trabajar en ella. El círculo se cierra.
Protagonista sin intensidad
Melchor Marín era ese personaje capaz de tal proeza como es dejar en un papel secundario hasta la gesta más impresionante que presente la trama. Pero era. Ya no lo es. Y no porque su empleo actual esté en las antípodas de actividades policiales arriesgadas de las que ponen los nervios en vilo. Participó en la resolución del crimen de una adinerada familia cuando rozaba la treintena y en Independencia (el segundo título de la serie) en el chantaje a la alcaldesa de Barcelona. Ahora escasea en vigor, intensidad y ese apasionamiento con el que nos cautivó en Terra Alta. Cercas no consigue que empaticemos con él ni con lo que quiere transmitir en la novela, esto es que si el fin justifica los medios cuando todo apunta a que por la vía legal no se hará justicia con la víctima.
Retirado ya del cuerpo, ahora se desplaza a Mallorca para averiguar el paradero de su hija después de que esta viaje a la isla enfadada porque su padre no le ha contado la verdad acerca de cómo murió su madre. Cosette ha viajado con una amiga, pero decide quedarse unos días más y, de manera repentina, no contesta mensajes ni llamadas.
Narrada en tercera persona y en presente, El castillo de Barbazul es un abismo por el que el personaje se ha precipitado al vacío. Sería tremendista afirmar que lo ha hecho toda la saga. Salva los muebles la denuncia de los abusos de poder y de cómo, en este caso, gracias a estos campa un depredador sexual con total impunidad. Pero recordemos que Melchor ya no es policía y ahora tendrá que debatirse entre actuar o no al margen de la ley porque esto conllevaría poner a prueba la amistad y el sentido de la justicia de los antiguos compañeros a los que recurre para esclarecer lo sucedido con su única hija. Son personajes que aparecen en las novelas anteriores y de los cuales el autor nos pone en antecedentes por si algún lector ha decicido comenzar el ciclo por esta tercera entrega.
Inverosímil
La acción -a la que le falta vida por los cuatros costados- transcurre entre Gandesa, capital de la comarca de la Terra Alta en Tarragona, y la localidad mallorquina de Pollença. En un momento de la trama, el narrador nos anuncia una cuenta atrás de nueve días, que esperamos trepidantes, absorbentes, intensos, acelerados y todo lo que implique dejarnos sin aliento. Pero nada más lejos de la realidad. El castillo de Barbazul carece de potencial y del nervio imprescindible en toda novela que la editorial nos presente dentro del género policíaco.
El libro se estructura en cuatro partes y un epílogo que se abre en mayo de 2035 (sí, han leído bien). Se lee con facilidad, está bien escrito y se nota la labor de documentación. Sabemos que es ficción, pero por mucha ficción que sea a veces lo inverosímil no cuaja del todo en esta trama donde el narrador pasa una tediosa gran parte de la misma relatando la organización de la operación.
La que creíamos que iba a ser protagonista -la desaparecida Cosette- al final no lo es, el malo ni aparece casi ni se le espera y aunque a priori parece un relato interesante, donde el autor de Soldados de Salamina plantea problemas como la pederastia, la trata de mujeres y la violencia sexual, llega la situación culmen y la pluma falla porque no cuenta con claridad lo que pasa aunque sí sus consecuencias. El castillo de Barbazul es autoconclusivo aunque la decisión final de Cosette deja un resquicio a una cuarta entrega.
Ficha técnica
Autor: Javier Cercas
Sello editorial: Tusquets Editores
Año de publicación: 2022
Número de páginas: 400
Temática: Policíaca