E.M.Gallego
Sinopsis
Con el comienzo de la obra en la corte de Orsino, duque de Iliria, se nos proporciona la atmósfera fantástica en la cual se representa la trama amorosa, y se nos introduce en la línea principal de la historia: la petición de mano del duque a su vecina lady Olivia, que esta rechaza. La historia principal se complica con el naufragio de Viola en las costas de Iliria y su decisión de vestirse con atuendos masculinos para servir como paje al duque.
Opinión
Noche de Reyes, considerada una de las mejores comedias de William Shakespeare, es un aunténtico delirio amoroso que aúna humor y lirismo en un texto de cinco escenas de ritmo vertiginoso. El autor inglés imprime en esta comedia de carácter y enredo un sello que no puede ser más personal. La farsa no está reñida con la riqueza dramática de un texto en el que el amor, la homosexualidad, la confusión de identidades y la amistad resaltan como temas principales.
El dramaturgo, maestro del teatro clásico, escribió la obra en 1605 y esta arranca en la corte de Orsino, duque del país fantástico de Iliria, que le pide la mano a lady Olivia, pero esta le rechaza. Por otro lado, asistimos al naufragio de Viola en las costas de Iliria y cómo se viste de hombre para servir como paje al duque. Sin embargo, es la trama secundaria la que aporta el cariz más humorístico a este relato teatral con personajes muy bien defendidos.
Triángulo amoroso
Viola, con el nombre de Cesáreo, se convierte en siervo del duque. De este modo, lleva los mensajes de Orsino a Olivia declarándole su amor en reiteradas ocasiones. El triángulo amoroso está servido. Shakespeare enreda la trama hasta estrujarla, pero el lector no se pierde en ningún momento. Hasta aquí todo podría ser una historia arquetípica y romántica si no fuera por un notable plantel de secundarios entre familiares de Olivia, mayordomos, bufones y caballeros de la corte.
Noche de Reyes arranca risas hasta llegar a un final previsible. Es un texto de pocas acotaciones que no van mucho más allá de detallar las entradas, salidas u otros movimientos de unos personajes más contemplativos, otros que luchan contra viento y marea y los que representan la moralidad frente al ambiente festivo.
Libertad de composición
La chanza está asegurada. Es una pieza recomendable para pasar un buen rato delante de un libro o en el patio de butacas y disfrutar de una acción llena de equívocos, en la que también sobresale la libertad con la que el dramaturgo inglés escribió la pieza, ya que contiene verso y prosa e intercala escenas de tono más novelesco con otras cómicas.
En la obra no hay ninguna pista acerca del porqué del título. Ni siquiera se aclara en la escena final, donde todos los misterios quedan resueltos y en la que Feste, el bufón, entona una canción de honda melancolía, donde repasa las etapas de la vida del hombre y termina con un mensaje de optimismo poniendo de relieve cómo el arte bien puede ser un regalo.
«Mil siglos hará que el mundo comenzó,
do, re, mi, do, hay viento y lloverá,
pero da igual, la obra terminó,
y agradaros cada día es nuestro afán».
Cae el telón y la vida sigue.
Ficha técnica
Autor: William Shakespeare
Sello editorial: Austral
Fecha original: 1605
Temática: Comedia romántica